miércoles, 16 de noviembre de 2011

BLOQUE 1: Literatura infantil. Análisis y selección

INTRODUCCIÓN:

Me gustaría empezar este bloque con una pequeña introducción acerca de la literatura infantil, en la que abordaré lo relacionado con la literatura del autor, el teatro infantil, la poesía del autor, los cuentos del autor y análisis de textos del autor, en relación siempre a niños de educación primaria.

Con este bloque aprenderemos que es la literatura del autor destinada siempre a niños de primaria como futuros maestros, algunos autores importantes de primera fila y sobre todo la elección correcta de los libros que deberemos usar con nuestros alumnos y alumnas teniendo en cuenta por supuesto sus gustos e intereses.
En el aula surgieron una serie de preguntas que me limitaré a responder en las siguientes entradas del blog, algunas de esas preguntas importantes para abordar este tema en profundidad fueron:

- ¿Qué sabemos acerca del tema? ¿Qué queremos saber?
- ¿En qué momento empezamos a hablar de literatura infantil teniendo en cuenta las etapas evolutivas de los   niños?
-¿Cuándo empezaron a publicarse libros para niños?
- La literatura infantil es aquella destinada a los niños. ¿Este concepto existe realmente?
-¿Las características de los libros o textos, son iguales en adultos que en niños?
- ¿Que clasificación temática debemos elegir para los niños (subgéneros)?
- ¿Qué les gusta a los niños?
- ¿Cuáles son sus intereses?
- ¿Qué características editoriales deberá tener un libro infantil (dibujos, tipo de letra...)?
-  ¿Qué otros criterios (no formales) debe tener un libro infantil?
- ¿Cómo trabajaríamos un libro infantil teniendo en cuenta los distintos niños del aula?
- ¿Cómo analizaríamos un libro infantil para saber si es bueno o es malo para los niños?
-¿Dónde buscaríamos como analizar un libro infantil para saber lo anterior?

Después de responder estas preguntas, la actividad práctica de este bloque sería analizar un libro concreto y valorarlo según los criterios adecuados para saber si es bueno o malo para los niños.

Por último realizaré una reflexión personal acerca del tema, valorando todas las respuestas de las preguntas, la actividad práctica propuesta y por supuesto lo que he aprendido sobre el bloque 1.

DEFINICIONES DE LITERATURA:

La literatura infantil  es la literatura dirigida hacia el lector infantil, más el conjunto de textos literarios que la sociedad ha considerado aptos para los más pequeños, pero que en origen se escribieron pensando en lectores adultos (por ejemplo Los viajes de Gulliver, La isla del tesoro o Platero y yo). Podríamos definir entonces la literatura infantil (y juvenil) como aquella que también leen niños (y jóvenes). 
  

Otra definición de Literatura infantil son aquellas obras escritas que tienen como destinatario implícito los niños, o en su defecto aquellas obras que sin ser el destinatario las personas con edades más tempranas se valora que su lectura no es perjudicial para ellos y por lo tanto está adaptado a sus capacidades. En la literatura infantil deberemos tener siempre en cuenta los gustos de los niños, así como sus características evolutivas. 

La conclusión final que he sacado de las diferentes definiciones que he podido leer  es que la literatura infantil es aquella que tiene como receptor implícito a los niños, por lo tanto sus temas deben estar adaptados a sus necesidades motivaciones e intereses.

En este punto también debemos darle importancia al concepto de paraliteratura que es lo que se escribe para niños con el fin de moralizarlos para hacer de ellos lo que los adultos quieren que sean en lugar de los que son y subliliteratura, que vimos en clase.

La paraliteratura comparte las funciones expresiva y poética del lenguaje. Son por ello textos que están muy bien escritos, pero no son textos de ficción y su primera intención no es hacer arte. Un ejemplo sería una biografía.

En cuanto a la la subliteratura es de ficción. Sin embargo, no existe ninguna intencionalidad artística

ORIGENES E HISTORIA DE LA LITERATURA INFANTIL:

La literatura para niños ha pasado de ser una gran desconocida en el mundo editorial a acaparar la atención del mundo del libro, donde es enorme su producción, el aumento del número de premios literarios de LIJ y el volumen de beneficios que genera. Esto se debe en gran parte al asentamiento de la concepción de la infancia como una etapa del desarrollo humano propia y específica, es decir, la idea de que los niños no son, ni adultos en pequeño, ni adultos con minusvalía, se ha hecho extensiva en la mayoría de las sociedades, por lo que la necesidad de desarrollar una literatura dirigida y legible hacia y por dicho público se hace cada vez mayor.

La concepción de infancia o niñez, no emerge en las sociedades hasta la llegada de la Edad Moderna y no se generaliza hasta finales del siglo XIX. En la Edad Media no existía una noción de la infancia como periodo diferenciado y necesitado de obras específicas, por lo que no existe tampoco, propiamente, una literatura infantil. Eso no significa que los menores no tuvieran experiencia literaria, sino que esta no se definía en términos diferenciados de la experiencia adulta. Dado el acaparamiento del saber y la cultura por parte del clero y otros estamentos, las escasas obras leídas por el pueblo pretendían inculcar valores e impartir dogma, por lo que la figura del libro como vehículo didáctico está presente durante toda la Edad Media y parte del Renacimiento.

Llegado el siglo XVII, el panorama comienza a cambiar y son cada vez más las obras que versan sobre fantasía, siendo un fiel reflejo de los mitos, leyendas y cuentos, propios de la trasmisión oral, que ha ido recopilando el saber de la cultura popular mediante la narración de estas, por parte de las viejas generaciones a las generaciones infantiles.

Una vez llegado el siglo XIX con el movimiento romántico, arriba el siglo de oro de la literatura infantil.

Ya, en el siglo XXI, la literatura infantil se encuentra muy consolidada dentro de los países occidentales, donde las ventas son enormes y la producción literaria vastísima.

IMPORTANTES FIGURAS DE LA LITERATURA INFANTIL:

Al comenzar el siglo XIX, una figura importante en la literatura infantil fue Fernán Caballero.
Además de por sus novelas, también es universalmente conocida por sus numerosos cuentos, que ella misma había oído de labios de aparceros, amas, e incluso de los niños. De esta manera, la labor de la escritora fue la de recoger tradiciones populares, considerando las distintas expresiones de la poesía popular: baladas y romances, como una manifestación del “genio” o “espíritu del pueblo español”. Por medio de este trabajo, la escritora desempeñaba en España la misma función que los hermanos Grimm en Alemania, recopilar cuentos patrios conservados en la tradición oral para luego referírselos a los niños. Siguiendo el modelo de Jacob y Wilhelm Grimm en Cuentos para la infancia y el hogar (1812-1822), Fernán Caballero dividió sus colecciones en dos volúmenes: los Volksmärchen, cuentos populares y los Kindermärchen, cuentos infantiles.

Otra figura importante en el maravilloso mundo de la literatura infantil fue Saturnino Calleja. Editor, pedagogo y escritor español, fundador de la Editorial Calleja (que llegó a ser la más popular en España, en Hispanoamerica y en Filipinas), autor de libros de educación primaria y de lecturas infantiles.

Por último en el siglo XX, me gustaría nombrar a la famosa Elena Fortún, escritora española, autora de literatura infantil y juvenil. La creadora del famoso personaje de Celia.
Empezó a escribir para niños en 1928 en la revista Blanco y Negro, resucitando la sección de Gente menuda, ya con el seudónimo de Elena Fortún. El 24 de junio de 1928, las historias de la niña madrileña Celia, que cuestionaba el mundo de los adultos, cuajaron entre los lectores infantiles de manera tal, que la editorial Aguilar se interesó por la obra. Así fueron viendo la luz títulos tan conocidos como Celia, lo que dice, Celia en el colegio, Celia y sus amigos, Celia novelista o Celia madrecita.

 TEATRO INFANTIL

Qué aporta el teatro infantil a los niños:

El teatro se ha convertido en una gran herramienta de aportes invalorables. De una forma inmediata y amena, conecta al niño con el mundo del arte y le abre las puertas de la sensibilidad estética, de la reflexión, de la capacidad de emocionarse, reírse y llorar, de comprender diferentes visiones y realidades de la vida y del mundo. Abre las puertas al conocimiento, a la cultura y a historias sin fronteras. Al mismo tiempo que el teatro invita a los niños al pensamiento y a la reflexión, también los atrae a la diversión.

El teatro es un lenguaje que trabaja con la literatura, la música, la pintura, la danza, el canto y el mimo. A través de esos elementos, una buena obra de teatro produce admiración, excitación y deseo de volver a verla.

El teatro es una buena alternativa para evitar a que los niños no estén expuestos todo un fin de semana a la televisión o al ordenador. Como padres responsables, debemos vigilar el tiempo libre de nuestros hijos, guiarlos y motivarlos a participar en actividades saludables y entretenidas. Llevarlos al teatro es una buena opción.

Como trabajar el teatro en el aula:

Niños y maestros seleccionan distintos cuentos y forman grupos con un número de miembros igual al número de personajes que poseen los cuentos a representar.
Para ello se recomienda libros en los que los diálogos de los personajes resulten particularmente ágiles y entretenidos, para realizar dramatizaciones en aula. Posteriormente, a cada niño se le pide que lea el cuento en silencio y se procede a que cada grupo dramatice su propio cuento. Luego, cuando los niños hayan tenido la ocasión de preparar y ensayar sus actuaciones, invite a los alumnos de otro salón a asistir a las representaciones de teatro. Elijan un maestro de ceremonias que presente las dramatizaciones. Para finalizar, se propicia una discusión con respecto a la actividad realizada, los niños comentarán la actividad considerando la expresividad, y su compresión de lo dramatizado por los compañeros. Esta estrategia ofrece un espacio para conversar sobre la experiencia, dirigir preguntas de comprensión y trabajar en equipo.

 Por qué llevar a los niños al teatro:

Los niños no deben ser llevados al teatro solamente para que no estén todo el día entregados a la tecnología. El teatro les abre las puertas a la creación, al cuento y a la historia. Las experiencias del sentido, de la atención, visión, y auditivas, aportan una riqueza artística y cultural a los niños.

Existen diferentes tipos de obras infantiles. Los cuentos clásicos, las obras musicales, las distintas danzas, son algunos de los estilos que ofrece el teatro infantil y seguramente los niños se sentirán más atraídos por una o por otra. El teatro hace con que el niño ejercite su propio pensamiento al esforzarse para entender lo que quiere decir la obra.

La mejor edad para empezar a llevar a los niños al teatro es a partir de los 3 o 4 años. Al principio, ellos tendrán dificultad para entender lo que se quiere decir en la obra. Cuando son muy pequeños, es recomendable que antes de llegar al teatro, les expliquemos cómo es el teatro, qué obra verán, los actores y en qué se difiere el teatro de la televisión o del cine, por ejemplo. A medida que van creciendo, los niños se van enterando más. Lo importante es que lleves a tu hijo a ver, siempre, una obra que está dirigida hacia su edad, y así lograr un interés y una atención adecuados.

POESÍA INFANTIL

Es un verdadero gustazo el poder adentrarse en el mundo de los versos, de las rimas, de la expresión y del arte literario. La poesía ha sido escrita para ser leída, comprendida y meditada. Solo así se puede disfrutar verdaderamente del sentido y del juego de sus palabras y de su lenguaje.

A través de la poesía se puede bucear en el mundo de la expresión de ideas, sentimientos y emociones. Hablar de poesía es muy gratificante porque es un arte que se vale de diversos artificios como la profundidad, el ritmo y el sonido en el uso de la palabra.

Cómo acercar la poesía a los niños:

Para los autores modernos, la poesía se refleja diferentemente en cada lector quien dará un sentido personalizado al texto. Para los autores antiguos, la poesía iba más allá del arte. Era vista como una fuente espiritual del saber.

Si todavía no has tenido la oportunidad de leer una poesía, aprovecha para hacerlo con tu hijo Empieza leyendo muy despacio y con intención. Para los niños la poesía es muy beneficiosa porque puede ser una vía para infundirles amor, ánimo y dejarles que jueguen con las palabras.

Como trabajar la poesia en el aula:

Así como en las canciones, los poemas están para ser escuchados. Los niños que escuchan poemas, repitiendo o añadiendo efectos sonoros al mismo, se motivan a querer leer la versión impresa; la razón para tal deseo radica en la familiaridad que adquieren acerca del lenguaje (i.e. melodía, rima). La lectura de poesía debe ser una actividad diaria en el aula; para ello es importante: a) seleccionar poemas cortos que además de ser leídos por el docente, se transcriben en láminas y se colocan en lugares donde los niños puedan leerlos fácilmente, b) incorporar a los niños en la selección de los poemas; repetir poemas favoritos, c) conjuntamente con los niños buscar música que acompañe la lectura de los poemas, d) invitar a los niños a representar (i.e. dramatizaciones, dibujos, plastilina).

TENGO RESPUESTAS PARA TODAS LAS PREGUNTAS:

Bien, como dije en la introducción del tema, en el aula surgieron una serie de preguntas que nos servirán para abordar este tema en profundidad, vamos entonces a responder esas preguntas:

En primer lugar, ¿Que sabemos? ¿Qué queremos saber?


¿QUÉ SABEMOS?

¿QUÉ QUEREMOS SABER?

Sabemos que la literatura es el arte de la palabra la cual puede ser oral y escrita.

-características de los textos literarios
-Que consideramos infantil en relación a la literatura.
-¿A que llamamos cultura literaria?


- características de los textos literarios:

Los textos literarios se diferencian de otros, en primer lugar, por su intención comunicativa, predominantemente estética, es decir, artística: constituyen una manifestación de la actividad humana mediante la cual el autor expresa una visión personal por medio de recursos lingüísticos.
En ellos se crea un mundo de ficción mediante un proceso mimético (de imitación) de la realidad.
 
Independientemente de la mayor o menor aproximación a la realidad evocada, el mundo creado en el texto literario siempre es imaginario.
 
En su proceso de creación, los textos literarios se ajustan a determinados modelos, los cuales determinan el género al que pertenecen: así, una obra literaria puede adscribirse al género lírico, al género narrativo o al género dramático.
 
Los textos literarios pueden adopta la forma de prosa o la de verso. Estas modalidades textuales no son privativas de un género determinado: a lo largo de la historia literaria los tres grandes géneros han empleado ambos medios de expresión.

- ¿Que consideramos infantil en relación a la literatura?

Cuando hablamos de textos literarios para niños no es demasiado absurdo e innecesario preguntarse si la Literatura Infantil es Literatura: queremos que aparezca con claridad la importancia y el compromiso que supone considerar lo estético, la calidad literaria, un carácter esencial de las creaciones que nos ocupan. De ahí pasaríamos a afirmar que la Literatura Infantil es también "conjunto de obras de arte que tienen como materia prima fundamental la lengua oral-escrita". Se trata de incluir los textos literarios propios de la infancia en el ámbito de la Literatura General; pero no afirmamos que estas obras carezcan de diferencias específicas. El adjetivo "infantil" representa una intención especificadora.

Literatura General y Literatura Infantil tienen unas características comunes; pero, a veces, no es suficiente añadir unas notas diferenciadoras para clarificar nuestra cuestión. La realidad es compleja y observamos hechos como el siguiente: se encuentran niños y adultos que se identifican y satisfacen con obras literarias idénticas o una obra literaria gusta a un adulto y a varios niños... ¡Difícil delimitación la que tiene que contar con el gusto y la libertad del arte! Queda patente sólo esto: lo estético, el valor literario debe ser común a la obra infantil o de Literatura General, pero las obras que constituyen el inventario de los
niños y jóvenes pueden tener características peculiares.


Cultura literaria:
 
La cultura por sí misma abarca a la literatura, siendo ésta cultura.

Nos referimos a  todos aquellos recursos básicos para poder entender y disfrutar de la literatura. Es necesario tener unos conocimientos mínimos, los cuales nos ayuden a entender la literatura. 

Por lo tanto podemos considerar la cultura literaria, como aquel nivel específico y común a una comunidad común. Estas comunidades tendrán unos conocimientos comunes entre ellos y por lo tanto los gustos y las lecturas literarias serán comunes o al menos tendrán puntos en común entre ellas como pueden ser el tema, el escritor u otros detalles que determinen esa cultura común entre los habitantes de una comunidad

 ¿En qué momento empezamos a hablar de literatura infantil teniendo en cuenta las etapas evolutivas de los   niños?

Cada edad tiene su filosofía, sus gustos e intereses, entonces teniendo en cuenta las etapas evolutivas de los niños, la literatura se abordará desde diferentes perspectivas según la edad de los niños.

La edad infantil es una época de la vida, de la cual existen muchos recuerdos de experiencias que quedan por siempre hasta llegar a ser ancianos y pertenecer a un grupo etéreo muy lejano al de la niñez. Como olvidar la época escolar, pero esos momentos de cuando se fue niño. 

Cuando se le hacían trabajos manuales a los papás y casi lloraban al ver los resultados tan lindos de sus pequeños en el colegio o aquella caída que de tanta vergüenza aún se recuerda. 

Son muchos los recuerdos que existen, pero no sólo dedicados a momentos especiales, sino que también a elementos de la niñez que no se pueden olvidar. Quizás una almohadita que sin ella no se podía dormir o algunos zapatos que siempre fueron los preferidos, o ¿por qué no?, un libro, lo que se enmarcaría en el área de la literatura infantil. Aquel libro que fue dado en el colegio y que por obligación había que leerlo, pero que finalmente llegaba a gustar mucho y era leído una y otra vez. Libros que aún siguen cautivando a los pequeños, libros de antigüedad y que han sido renovadas sus ediciones una y otra vez, debido al alto contenido positivo para la edad en que se recomienda.

La literatura infantil es un área muy importante dentro de lo que es la literatura, ya que los contenidos deben ser muy bien planeados para que así el texto logre cautivar al pequeño y le permita engancharse de este. Son muchos los títulos que han perdurado en el tiempo dentro de la literatura infantil. 

Muy conocidos son los libros de Marcela Paz por ejemplo, gran escritora chilena, que ha logrado provocar un fanatismo en los pequeños por Papelucho. Un personaje mítico dentro de la literatura infantil que logra estremecer y atrapar a los niños que se introducen en cada una de sus historias. Es mucho material que los entretiene y les permite inclinarse por un área bastante interesante como es la literatura.

Teniendo en cuenta las edades de los niños se distinguen las siguientes etapas:

De los 2 hasta los 6 años:
En esta etapa, los temas de mayor interés de los niños son historias en las que aparecen protagonistas de narraciones reales o ficticias.
Los temas que ellos prefieren son los relacionados con su propio ámbito familiar, ya que se encuentran identificados con lo que leen, cuentos sencillos de hadas sobre todo para las niñas, libros de imágenes, libros de fantasia, libros diorama (imágenes recortadas y sobresalientes, con movimiento o fijos).

Desde los 6 a los 8 años:
En esta etapa los niños prefieren lecturas relacionadas por ejemplo con aparatos mecánicos( coches, tractores, autobuses..),de animales ya sean domésticos o salvajes, historias sobre la naturaleza, mitos, leyendas, historias de pandillas etc.

Desde los 9 hasta los 12 años:
Los niños se interesan más por las historias sentimentales y amorosas ya que están en la pubertad entrando en la adolescencia, cuentos de aventuras, biografías de héroes, historias de países o pueblos, cuentos de invención, deportes y juegos, humor etc.

¿Cuándo empezaron a publicarse libros para niños?

 No hay una idea muy clara acerca de cuando empezaron a publicarse libros para niños relacionados con la literatura, pero he encontrado algo que se acerca bastante.

A pesar de que se han mencionado muchas fechas como el inicio de la literatura infantil, aún resulta complicado dar una fecha exacta; autores como Enzo Petrini señalan que fue el napolitano Giovanni Batista Basile quien inició la literatura para niños con su Pentamerone en el siglo XVII; por su parte, Juan Ricardo Nervi nos indica que fue en la Francia del siglo XVIII donde aparece la literatura infantil gracias a la publicación del libro El amigo de los niños

Anne Pellowsky afirma que la literatura infantil no tiene más de dos siglos de antigüedad, y según ella es en el siglo XVIII cuando John Newberry escribió por primera vez un libro para niños que no estaba basado en la tradición oral. Sin embargo, la mayoría de los especialistas coinciden en señalar que fue Charles Perrault en el siglo XVII con sus Comtes de ma mère l’Oye (Cuentos de Mamá Oca) quién da inicio a la tradición literaria infantil. 
Años más tarde encontramos las Fábulas Morales de Félix María de Samaniego.

Otros especialistas, sin embargo, señalan que la literatura infantil es un género relativamente joven que existió formalmente mucho después la publicación de Perrault, y que es en las primeras décadas del siglo XIX cuando se marca el inicio formal de la literatura infantil, entre los años de 1812 y 1825 con los cuentos de la infancia y del hogar de los Hermanos Ludoig Jakob y Wilhelm Grimm; a pesar de lo anterior, los Hermanos Grimm no pensaban en los niños como destinatarios de esta recopilación, lo que ellos pretendían era la búsqueda del pasado y la identidad germana, era un sentido filológico.

Con lo anterior, podemos notar que en un principio la literatura infantil no existió como tal, es decir, los libros no estaban destinados directamente al público infantil y los niños sólo leían y escuchaban lo que estaba escrito por y para los adultos. De hecho, se piensa que la literatura infantil surgió sólo cuando dichas obras literarias destinadas a los adultos fueron adoptadas y adaptadas para los niños; ejemplos muy claros los encontramos en grandes obras literarias como Robinson Crusoe (1719), de Daniel Defoe; Los viajes de Gulliver (1726), de Jonathan Swift; Alicia en el país de las maravillas (1865) y A través del espejo y lo que Alicia encontró ahí (1872), de Charles Lutwidge Dodgson, mejor conocido por su seudónimo Lewis Carroll; Las aventuras de Tom Sawyer (1876) y Las Aventuras de Huckleberry Finn (1885) de Mark Twain; El gigante egoísta , que formó parte de El príncipe feliz y otros cuentos (1888), de Oscar Wilde; La isla del Tesoro (1883), de Robert Louis Stevenson y muchos otros libros que de ninguna manera fueron escritos para los niños (a excepción quizá de los cuentos de Lewis Carroll), y que, sin embargo, hoy día son considerados como grandes clásicos de la literatura infantil.

Por supuesto que si prestamos más atención a las fechas mencionadas, resulta interesante averiguar qué fue lo que dio inicio a la literatura infantil, ésta surge precisamente cuando a los niños se los dirige a la escuela y se formaliza su educación, lo que coincide con las fechas ya señaladas; por ejemplo, en el siglo XVIII surge por primera vez en Europa la legislación de la enseñanza obligatoria; entre 1802 y 1886 en distintos países europeos se establecen formas que limitan y protegen a los menores en el ámbito laboral; es decir, que a lo largo del siglo XIX los niños dejan de ser trabajadores y comienzan ir formalmente a clases y a ser objeto de estudios especiales.

Ya entrados en el siglo XX surgió el esplendor del libro infantil. La literatura infantil adquirió, por fin, su autonomía en este siglo. La psicología del niño, sus intereses y sus vivencias son tenidas en cuenta por los escritores que elaboran mucho más sus personajes, les dotan de vida interior y les hacen crecer a lo largo de la obra.  
Encontramos El principito (1943) de Antoine de Saint-Exúpery, y es en la segunda mitad de este siglo cuando la producción literaria infantil alcanza un boom que hasta la fecha sigue dando frutos. 

La literatura infantil es aquella destinada a los niños. ¿Este concepto existe realmente?

Se entiende por literatura infantil la literatura dirigida hacia el lector infantil, más el conjunto de textos literarios que la sociedad ha considerado aptos para los más pequeños, pero que en origen se escribieron pensando en lectores adultos Podríamos definir entonces la literatura infantil (y juvenil) como aquella que también leen niños (y jóvenes).

Entonces podríamos decir que evidentemente si existe este concepto añadiéndole que aparte de los niños, también podríamos decir que la literatura infantil también es leída por los jóvenes.

¿Qué clasificación temática debemos elegir para los niños (subgéneros)?

De 5 a 7 años, encontramos temas que normalmente tratan de  sus temores personales, de su vida diaria o textos cortos que verifiquen la comprensión de lo que se lee.

De 7 a 9 años, los temas serían, historias definidas y reales, personajes con los que los niños sean capaces de identificarse, libros de pocos capítulos y con capítulos cortos, y sobre todo temas de ficción y fantasía sin imagenes ni ilustraciones.

De 9 a 11 años, ya se puede empezar a emplear distintos tipos de expresión escrita, jugar con el lenguaje, y empezar a tratar temas relacionados con la adolescencia.

Por último de 12 a 13 años, la literatura puede tratar temas como la muerte  o de temas dolorosos y también temas relacionados con la adolescencia. 

¿Qué les gusta a los niños? ¿Cuáles son sus intereses?

La literatura infantil, como su nombre lo dice, son libros, letras, oraciones, dedicadas a los niños. Es por esta razón que debe existir un tratamiento de la información bastante prolijo, ya que escribir para un niño requiere de características que no todos los escritores pueden cumplir. Me atrevería a decir que escribir literatura infantil es un desafío para los escritores, ya que es muy difícil, frente a la escritura para adultos por ejemplo, ya que el vocabulario en este tipo de obras resulta ser mucho más familiar. El vocabulario utilizado para la literatura infantil debe ser muy cuidadoso, debe ser simple sin caer en palabras soeces y sin sentido. La redacción debe ser estudiada, con frases cortas para que así el niño no se confunda y los hechos deben suceder rápidamente, ya que deben estar atentos todo el momento que están leyendo. Un libro de redacción lenta y de poco avance de la historia, logra aburrirlos y hacer que no gusten de la literatura y en este caso, de la literatura infantil. Los niños se conforman con pequeñas cosas, aunque hay que reconocer que sus gustos han cambiado y las pequeñas cosas también cambiaron su precio y tamaño. Todo por el tiempo en que vivimos hoy, que si lo comparamos con tiempos anteriores es mucho el cambio y la evolución.  

Por supuesto como futuros maestros debemos saber que está de moda en ese momento en relación a películas, libros, series de televisión etc.

Tenemos que saber escuchar a los niños, y preguntarnos cuáles son sus intereses y sus inquietudes para saber qué libros recomendarles según sus edades.
También podemos pensar en que era lo que nos gustaba a nosotros cuando éramos pequeños, ¿Así también podemos tener una idea de lo que les gusta a los niños ahora no?

A la hora de elegir un libro para niños, hay que tener en cuenta lo siguiente:

-Que el libro le guste
− Que el libro pueda ser del interés de los niños, algo complejo en su contenido y con riqueza literaria tanto en su vocabulario como en las expresiones.
− Que tenga una estructura por capítulos, o fragmentos en los que se pueda detener la lectura creando expectación por lo que va a suceder.
-¿Qué hay que considerar? Por un lado la edad, sexo, nivel lector y aficiones; por otro, los géneros literarios que pueden captar su interés y los títulos y las colecciones de calidad que ofrece el mercado.

TEMAS QUE INTERESAN:

Historia:
Se encuentran excelentes libros basados en la historia, vidas de santos, reyes, héroes… que amplían el mundo infantil. Las historias bíblicas también fascinan a los niños de esta edad. En el caso de las leyendas. Y existen también muy buenos libros sobre el mundo, la naturaleza, etc. muy atractivos para ellos.

Poesía:
A esta edad,  se puede hacer una iniciación hacia la poesía con la lectura de poemas cortos y claros, como rondas, rimas y adivinanzas, pero no conviene indisponer contra un género que requiere de mayor madurez y conocimiento, dando a leer poesías antes de que se pueda disfrutar realmente de ellas.

Románticas:
En este género, hay series que han constituido la pasión de generaciones de niñitas -como Emilia, Ana- y no debe temerse a que luego lean sólo “novelitas rosas”, pues lo importante es que se desarrolle el gusto por la lectura. Luego vendrán las obras de mayor calidad: de Emilia, se pasará a Jane Eyre.

Aventuras:
En la literatura infantil, predominan libros de aventuras protagonizadas por niños. Estos son muy importantes para su formación, pues percibe las distintas respuestas de él o los protagonistas a diferentes situaciones. Descubre los valores e intereses que guían sus acciones, y se convierten, así, en un nuevo modo de vivir y aprehender la realidad y de ir formando su sistema de valores personales. La aventura, como nexo entre literatura y vida, da respuesta a muchos porqués y, a través de ella, el niño interpreta el mundo y se conoce a sí mismo.

 Misterios:
El niño que vive en un mundo audio-visual por lo general, tiene poco vocabulario y leer le supone un esfuerzo adicional, explica M. Teresa Arregui. Para que el libro no se transforme en una tortura, es fundamental que trate sobre temas interesantes, que lo atraigan. Por eso, les gustan tanto los libros en los que hay un misterio por resolver o aquellos en los que sus protagonistas viven increíbles aventuras. “Que primero sean “ávidos” lectores; luego, ya mayores, escogerán solos literatura de buen nivel”, señala M. Teresa Arregui.

Comics:
Los comics o historietas, con su mezcla de dibujo y texto y con sus personajes ficticios que llevan al niño a ver la vida desde otra perspectiva, tienen tal magia y fuerza que los atraen irresistiblemente. Muchas veces serán la vía de entrada al mundo de los libros y de la lectura, pues los niños que empiezan leyendo comics luego pasan a ser lectores de otros géneros, como la novela. Además, el hecho de ofrecer historias “por entrega” (continuará…), mantiene cautivo al lector y lo impulsa al coleccionismo. Pero, a pesar de sus bondades, hay que saber ir ofreciendo simultáneamente, otros géneros para profundizar o mejorar el hábito lector.

 ¿Qué características editoriales deberá tener un libro infantil?

Extensión: el libro muy largo suele asustar al niño que no tiene hábito de leer o todavía no tiene la lectura rápida como para leer varias páginas seguídas, asi que el libro deberá ser corto y con el menor nº de páginas posible.

Presencia de ilustración: aunque muchas editoriales tienden a publicar libros con pocos dibujos o son ellos para favorecer la imaginación de los niños a partir del relato, tenemos en cuenta que la ilustración es uno de los atractivos mayores para un niño en el momento de tomar contacto con un libro.

Tipo de ilustración: hay dibujos que constituyen de por si un importante elemento artístico, que sólo con mirarlos el pequeñó lector puede colcer a revivir el cuento y disfrutar de una pequeña obra de arte. Hay ilustraciones en cambio que acompañan el texto y que no adquieren importancia por si solas.

Tipo de letra: en los pequeños lectores, aquellos que están en la etapa de la adquisición de la lectoescritura, es fundamental que sea un tipo de letra comprensible e identificable para el niño, es decir de tamaño preferiblemente grande, ya que si las letras son muy pequeñas y pueden significarle mayor esfuerzo en la lectura, no es conveniente.

Portada: es el rostro y la primera visión que el niño tiene sobre el libro, por tanto tiene que ser rica en imágenes y dibujos de acuerdo a sus edades, porque puede que de la portada dependa si el niño se lee o no el libro.

¿Cómo trabajaríamos un libro infantil teniendo en cuenta los distintos niños del aula?

1. La elección del libro que se va a leer, la hace el adulto considerando lo siguiente:
− Que el libro le guste.
− Que el libro pueda ser del interés de los niños, algo complejo en su contenido y con riqueza
literaria tanto en su vocabulario como en las expresiones.
− Que tenga una estructura por capítulos, o fragmentos en los que se pueda detener la lectura
creando expectación por lo que va a suceder.
 
2.- Conocimiento del libro como soporte de lo escrito.
Se presenta el libro y se hacen comentarios sobre la portada, contraportada, autor, estructura del libro, número de páginas, ilustraciones...
Se puede trabajar la anticipación a la lectura mediante el análisis del título, los niños hacen
hipótesis que se van verificando en la medida que se avanza en la lectura.
 
3.- Lectura por capítulos o fragmentos, un capítulo cada día varias veces a la semana.
Es conveniente crear un ambiente estable para estas situaciones, exigir silencio para que puedan escuchar y una posición corporal adecuada procurando no molestar a los demás compañeros.
La historia suele atrapar a la mayoría de los niños y escuchan con atención. A veces te sorprenden con comentarios sobre lo que va sucediendo en la historia o estableciendo relaciones con hechos reales. Cada capítulo suscita su interés, puedes oír “qué corto” “¿nos lees otro?”o una expresión de cansancio si el tema es denso o los niños no están disponibles... Las expresiones de sus caras muestran como la lectura va creando diversas imágenes en su mente.

 4. Actividades sobre la lectura.

 ¿Cómo analizaríamos un libro infantil para saber si es bueno o es malo para los niños?
¿Cómo decidimos que libro elegir?

En primer lugar nos tendremos que fijar en la edad para la que está dirigido dicho libro. En algunos libros no nos pone la edad, así que lo conveniente sería leer el libro y ser nosotros mismos los que decidamos si el libro es adecuado para los niños o no.
Otro aspecto relativamente importante para una correcta selección de un libro es conocer los gustos e intereses en relación a las etapas evolutivas de los niños que está cambiando constantemente.

También hay que conocer lo que en el momento está de moda, ya que lo que esté de moda será de mayor interés para los niños.

Es muy importante para la selección de libros conocer los personajes que aparecen en la historia ( niños, animales, héroes, hadas, pandillas son los personajes favoritos de los niños), la estructura es conveniente que sea acumulativa es decir (las partes  del texto, sus ideas, se presentan simplemente yuxtapuestas, en el mismo  plano de importancia, sin ninguna evolución de lo general a lo particular, ni viceversa), el tiempo y el espacio ( es mucho mejor que los hechos ocurran en contextos que sean parecidos al ámbito socio familiar del pequeño lector), tema del libro (generalmente a los niños les interesan temas como fantasía, misterio, cuentos de hadas, ficción, comics, héroes..) el tipo de lenguaje ( evitar oraciones pasivas o subordinadas difíciles de entender por ejemplo). Es importante que el libro contenga ilustraciones tanto en su interior (preferiblemente imagines relacionadas con su vida diaria y su ámbito familiar) como en la portada, ya que ésta es la primera visión que el niño tiene sobre el libro y lo que puede decidir si lo lee o no.

Después de haber respondido como he podido estas preguntas propuestas en clase, me gustaría plasmar aquí mi punto de vista personal acerca de las respuestas a estas preguntas.

Creo que para poder trasmitir  la belleza de la literatura a los niños Después de haber investigado y puesto en práctica mis nuevos conocimientos con estas preguntas, me queda en este aspecto mucho por aprender, puesto que pienso que es difícil trasmitir la literatura a los niños y que fomentar la lectura de libros a los niños es una tarea complicada ya que implica tener unos conocimientos previos sobre sobre la historia de la literatura infantil, para saber que entendemos hoy por literatura para niños, y de esa manera poder tener unos criterios a la hora de elegir un libro teniendo en cuenta siempre los gustos, intereses, momentos evolutivos y motivaciones de los más pequeños.

También creo que el encuentro de las respuestas a estas preguntas, me ha sido particularmente de gran ayuda para conocer algunas de las primeras obras infantiles, esto me ha aportado un gran  conocimiento como futura maestra.

Otro de los aspectos que creo que me van a ayudar en gran medida en mi profesión es haber conocido más a fondo los gustos y el momento evolutivo, con respecto a la Literatura, de los niños. Muchos maestros no conocen bien los gustos de sus alumnos, trabajan con niños pero viven al margen de ellos y eso pienso que es un gran error.


 FUENTES:

http://www.guiainfantil.com/400/el-teatro-infantil-y-los-ninos.html# 
http://www.guiainfantil.com/servicios/poesias/index.htm
Apuntes recogidos en clase.




2 comentarios:

  1. Bueno. Esta parte de la historia está muy bien. No estoy del todo de acuerdo con la definición que da Wikipedia sobre literatura infantil (que también repites en la siguiente entrada). Creo que deberías buscar tres o cuatro definiciones de diferentes autores (que sean entendidos en el tema) y sacar tú una conclusión propia. Entre otras cosas porque, como hemos visto en clase, lo que se escribe para niños puede ser paraliteratura (con el fin de enseñarles o moralizarlos, es decir, para hacer de ellos lo que los adultos quieren que sean en lugar de lo que son) en lugar de para, simplemente, entretenerlos (que no quiere decir que entreteniéndose no aprendan, ojo.)
    Con ese añadido estaría perfecto.
    Es conveniente que, si lo vas a corregir, ya de paso hagas un todo con esta y con la siguiente entrada, para que solo haya una sobre la teoría del bloque 1.

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  2. Ahora está perfecto.
    He revisado esta entrada por casualidad. Piensa que, si corriges en la misma entrada que yo ya te había comentado, me sale como que ya la he visto y no vuelvo a entrar en ella... por eso os pedía en la guía que, cuando corrijáis, hagáis la entrada de nuevo (con la etiqueta de "borrador 2") para que vuelva a leérmela y a corregirla.

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